Cayó la tercera medalla en ciclismo: Llaneras

Joan Llaneras ya es uno de los mejores deportistas de la historia de España. Ya lo era antes de venir a Grecia, pero en Atenas 2004 ha subido un peldaño más. Aquí ha cambiado el oro de Sydney 2000 en puntuación por una plata, que une a una colección interminable de medallas. A sus 35 años, Llaneras ha sido cinco veces campeón del mundo, tres en puntuación (2000, 1998 y 1996) y dos en americana (1999 y 1997), y también tiene tres platas y un bronce mundialistas.

Los rivales temen a Llaneras. Su palmarés impresiona. Por eso, Joan tiene siempre más enemigos que el resto. Debe cargar con toda la responsabilidad de la carrera y es el hombre más marcado. El balear dice que ya está acostumbrado, que ya no se enfada por ello. Pero no es verdad. Llaneras siempre gruñe. Y ayer volvió a hacerlo.

Llaneras se quejó de que nadie se movió para evitar que cinco corredores, entre ellos el uruguayo Milton Wynants (plata en Sydney), ganaran vuelta al inicio de la prueba. Y no le falta razón, aunque ese movimiento no fue decisivo, porque ninguno de ellos estuvo luego en el podio. El oro fue para el ruso Mikhail Ignatyev, que ganó cuatro veces vuelta (tras los sprints 5, 9, 11 y 14); mientras que el español lo hizo en tres ocasiones (5, 8 y 15). Tan justa fue la medalla de uno como la del otro.

Alarma. Llaneras se colocó segundo y por primera vez en el podio tras el octavo sprint, después de ganar vuelta por segunda vez. Ahí era plata por detrás del alemán Guido Fulst, pero Ignatyev lanzó un ataque que le colocó en cabeza hasta el final de la carrera. Joan estaba oscilando entre el segundo y el cuarto puesto cuando sonó la alarma. El ruso y el germano saltaron. Llaneras salió, pero se mantuvo a distancia. Los rivales ganaron vuelta, pero el español esperó para poder sumar también los puntos del sprint. Una jugada de plata de 25 puntos.

El bronce se lo llevó Fulst, que hizo peligrar el subcampeonato olímpico en el sprint final. El australiano Mark Renshaw y el neozelandés Greg Henderson salvaron el pellejo al mallorquín, que celebró la medalla con más euforia que en Sydney. Dice que la alegría es mayor porque le ha costado más trabajo y porque le ha podido dar con la plata en los morros a la Federación Española.

Llaneras anuncia para hoy una gran rajada después de disputar la americana junto a Miquel Alzamora, con quien ya ganó el título mundial en 1997 y hoy aspira a otra medalla, ya se verá de qué color. Una de las razones de su enfado es precisamente la elección de esta pareja en lugar de Isaac Gálvez.

Joan Mas, el seleccionador español, dice que uno de los secretos del éxito es haber creado un gran grupo humano. Los integrantes del bronceado equipo de persecución así lo ratificaron el lunes. Entonces, ¿qué ocurre con Llaneras? Desde que José Manuel Moreno logró la medalla de oro en Barcelona 92, el ciclismo de pista no ha parado de conquistar medallas en competiciones internacionales. El mallorquín ha liderado esa cosecha. Por eso, tenga quien tenga la culpa, conviene arreglar este asunto para no seguir ensuciando días de gloria como el de ayer.

Cada vuelta ganada, 20 puntos; un sprint, cinco

La carrera de puntuación consta de 160 vueltas al velódromo, que suponen un total de 40 kilómetros. El tiempo suele estar en torno a los 50 minutos: ayer se marcó 48:32. Los puntos se atrapan en un sprint que se disputa cada diez vueltas y el baremo es de 5, 3, 2 y 1 puntos para los cuatro primeros, salvo en la última que valen el doble. Además, un corredor suma 20 puntos cada vez que gana vuelta a sus rivales.

España tiene otras cuatro opciones más

Tenemos cuatro opciones más de medalla, pronosticó para hoy el seleccionador, Jaume Mas. En keirin (final, 18:05 horas) corren José Antonio Escuredo, subcampeón mundial este año, y José Antonio Villanueva, plata en 2002. En la americana (17:00) repite Joan Llaneras con Miquel Alzamora, que fueron campeones del mundo en 1997. Gema Pascual, sexta en 2002, completa el día en puntuación (15:45).