Phelps gana dos nuevos oros y ya suma cinco

El estadounidense Michael Phelps demostró que dejó rápidamente atrás la frustración sufrida tras ver fin a su lucha por igualar la gesta de su compatriota Mark Spitz en Múnich'72 de sumar ocho oros después caer derrotado en los 200 metros libres ante Ian Thorpe y Pieter van den Hoogenband y se colgó dos nuevos oros al imponerse en la final de los 200 mariposa y en el relevo 4x200 libres.

Con un crono de 1:54.04, el prodigio de Baltimore pulverizó el récord olímpico de la prueba del doble hectómetro mariposa y prosiguió su carrera para ser la gran estrella de estos Juegos. Phelps no dio ninguna opción al japonés Takashi Yamamoto, que repitió su plata de hace un año en los Mundiales de Barcelona tras el americano, y al británico Stephen Parry, bronce.

El estadounidense demostró de todas maneras no tener fin en su ambición y se fue de la piscina con el mal sabor de boca de no haber podido pulverizar la plusmarca mundial (1:53.93) que el mismo posee.

"Los 50 primeros metros habrían podido ser mejores. Voy a poner toda mi energía en el relevo. Esta medalla me satisface, pero quería el récord del Mundo", afirmó.

Y es que el estadounidense mandó a sus anchas la prueba, nadando por debajo del récord mundial al paso por los 100 metros, sin embargo en el último giro sufrió el asedio de Yamamoto, aunque Phelps encontró su reserva de energía final en los 25 metros finales para aguantar el oro.

La gran decepción fue su compatriota Tom Malchow, campeón hace cuatro años en Sydney y gran dominador de la prueba hasta la aparición de Phelps, que confirmó su declive con su último puesto (1:57.48).

EEUU ganó a Australia en el 4x200 libres

Al estadounidense de todas maneras le quedaron fuerzas para recuperar una hora después y volver a la piscina para ayudar a destronar a Australia en el 4x200 libres y colgarse así un quinto metal, tras los oros de 400 estilos, 200 mariposa y los bronces de 4x100 libre y 200 libre.

Phelps dio una ventaja a los americanos en su la primera posta que ya no iban a perder. En el último relevo, el australiano Ian Thorpe atacó con todo a Klete Keller, pero el esfuerzo no tuvo la recompensa del oro.

"Australia fue dueño de esta prueba durante siete años. Nosotros queríamos mostrar que podíamos poner cuatro muchachos muy rápidos en la piscina. Y lo hicimos. Pienso que ésta será recordada como una de las grandes carreras de la natación en toda la historia", dijo Phelps.

A Phelps le queda todavía un largo camino en Atenas, con la opción a medalla todavía en dos pruebas individuales más como los 100 mariposa y los 200 estilos, además del relevo 4x100 estilos.