Quizá sea que le exigimos mucho a Raúl

Resulta que Raúl lleva veintiséis goles marcados esta temporada, entre partidos oficiales con el Madrid y partidos con la Selección. Más que ningún otro de los delanteros del equipo español. De todos los que van a la Eurocopa, es el delantero que más goles ha marcado en la fase de clasificación, siete. Es un apartado en el que sólo le gana un esloveno de poca fama, Siljak, cuyos goles no bastaron para clasificar a los suyos. También es, como sabemos todos, el máximo goleador de la Selección Española en toda su historia, que ya alcanza la respetable antigüedad de 84 años.

Pero tres meses en baja forma emborronan todo eso en la mente de los aficionados y también en la de nosotros, los periodistas. Se ha visto a un Raúl fatigado, sin suerte, sin goles, sufriendo y aportando su parte alícuota de errores al homérico derrumbe del Madrid. Eso ha hecho sembrar las dudas y la inquietud. ¿Podrá tirar del carro? ¿Merece estar ahí? ¿Debería ocupar su puesto Valerón? ¿No hubiera sido incluso más justo que su plaza la ocupara Mista? ¿Por qué no probar con el Niño Torres y Morientes como pareja de ataque? Pero Sáez no ha dudado: Raúl es titular. Es el líder.

Quizá sea que le exigimos mucho a Raúl, hasta el punto de que ahora sorprende echar la vista atrás y comprobar que lleva marcados veintiséis goles en la que todos tenemos por su peor temporada. Quizá sea porque él se exige también más que nadie: no se resigna a perderse ningún partido, corre lo suyo y lo de Ronaldo, no le da descanso a su fascitis plantar y siempre se siente responsable integral del equipo, sea el Madrid o la Selección, del primer minuto hasta el último. No pide cuartel y nosotros tampoco se lo damos. Y una vez más, en la Eurocopa las miradas recaerán sobre él.