A Ángel Villar lo ven imputado, pero resistiendo

La tranquilidad en el cuartel general español saltó por los aires con la noticia de que la Fiscalía mete al presidente Angel Villar en el ajo del lío federativo. Incluso el semblante de los 20 policías que velan por la seguridad de la Selección pareció más duro y su talante, más intransigente. Villar está en Madrid. También el vicepresidente Padrón se ha retirado de la primera línea de combate y anda por Tenerife. Era una estrategia decidida de antemano. No aparecerían por el entorno de la Selección más que los días de partido. La Prensa, cuanto más lejos mejor.

La impresión del personal del entorno federativo es que a Villar le ha cogido el toro y que la herida tiene mala pinta. Pero que resistirá hasta el fin. Su postura la fijará en que el dinero público que maneja la Federación está auditado hasta el último céntimo. Y que el resto es de manejo privado del organismo. Pero el nerviosismo federativo es notable en estos momentos. El personal más cercano a los medios informativos apenas se dejó ver en este ya histórico 7 de junio. Las vísperas de un debut en gran competición más tranquilas que se recuerdan se embolicaron de golpe con la entrada en escena del fiscal. El entorno del presidente teme que si éste es imputado, las autoridades deportivas españolas (secretario de Estado Jaime Lissavetzky en primera línea de fuego), le apartarán de la carrera electoral.

"Si Padrón y compañía han sido imputados, difícilmente se escapará el presidente", fue la reflexión de un colaborador de la Española consultado por AS, quien no descarta que estemos en la última Eurocopa de Villar presidente. De pronto, la sombra de Gerardo González, ex secretario general de la Federación y aspirante a la presidencia en las elecciones de septiembre, se dibujó sobre Braga. González pretende estar en el partido de Faro, contra Rusia.