Presentación con contraprogramación golfa

Una esperanza se abre para la Federación: Gerardo González, exsecretario general de la misma y que tuvo que abandonar por su enfrentamiento con Juan Padrón, anunció ayer que se presentará a las elecciones. Villar, pues, tiene un competidor, que ya es bastante. Y un competidor sólido, con prestigio en el mundillo del fútbol, conocedor de la casa y con imagen de profesional muy cualificado. En tiempos no lejanos, él llevaba la Federación y Padrón manejaba el dinero. Hasta que Padrón empezó a meterse en sus asuntos, por una alineación indebida del Tenerife. Y todo se lió.

La torpeza decisiva de Villar fue elegir al que no debía. Entre el que gestionaba bien y el que administraba mal (o a su conveniencia) eligió al segundo. Desde aquello la Federación anda dando tumbos en su funcionamiento y una cadena de denuncias coloca en lenguas una institución que debería ser respetable. Gerardo González se presenta señalando que el cargo no debe ser una profesión, sino una función, y ofreciendo transparencia, limpieza y buena gestión. Las elecciones serán, como en todas las federaciones de deportes olímpicos, tras los JJOO de Atenas.

El acto, por cierto, estuvo tristemente contraprogramado por la comparecencia de Sáez ante los medios para explicar la golfada del mes: su renovación inoportuna, que le cubre el riñón ante un eventual fracaso en la Eurocopa, o ante una eventual caída de Villar. Lástima que este hombre, de trayectoria hasta ahora digna, se haya dejado engolfar por su viejo compañero de equipo Villar, que ni siquiera tuvo arrestos para comparecer ayer a su lado. Sáez ha pagado la renovación con su primera ignominia: aparecer como contraprogramador del anuncio de Gerardo González.