El difícil juego de las siete y media

¿Cómo entrenar a los galácticos? ¿Con mano dura? Así eran Hodgson, Lippi, Cúper y Ferguson, y de ellos salieron huyendo respectivamente Roberto Carlos, Zidane, Ronaldo y Beckham. ¿Con cuerda larga, como Queiroz? Entonces los jugadores te cogen el número y la cosa acaba con cinco derrotas consecutivas, varios borrándose del último partido y hasta uno dejando el entrenamiento para casarse tres días antes de las vacaciones. Y Ronaldo y Roberto Carlos reivindicando un día libre que dicen que se les debía. Y te echan a la calle por bizcochón y consentidor.

Ahora viene Camacho. ¿Atinará? Le recomiendo La Venganza de Don Mendo, donde Muñoz Seca define inmejorablemente las siete y media: "Las siete y media es un juego" "¿Un juego?" "Y un juego vil, que no hay que jugarlo a ciegas. Pues juegas cien veces, mil, y de las mil ves, febril, que o te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor, porque indica que no tasas. Pero ¡ay de tí si te pasas! Si te pasas es peor". Si no llegas, te ocurre como a Queiroz, que te toman por el pito del sereno. Y si te pasas te ocurre como a Cúper y compañía, que los galácticos vuelan hacia otro nido más comprensivo.

Esa es la dificultad de la tarea de Camacho, jugar a las siete y media cada día del año con un grupo de jugadores que ganan fortunas, que son celebridades en todo el planeta y que han estado consentidísimos en los últimos meses. Yo espero de su talento que lo haga bien. Este hombre tiene más temple del que parece y encara el asunto con jovialidad, como pudo verse ayer en su primera comparecencia: "¿Qué le habéis dicho a Ronaldo, que soy el coco?" Buena disposición. Y si algo va mal puede preguntarle a su amigo Del Bosque, que manejaba el secreto mejor de lo que muchos pensaron.