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Primera | Espanyol 2 - Murcia 0

Ni Murcia ni primas: el Espanyol se queda

Tamudo y Lopo sentenciaron la permanencia en la segunda mitad

<b>LOCURA</b>. La victoria del Espanyol desató una euforia que acabó con invasión del campo. Luis Fernández lo celebró como muestra la imagen.
FONTCUBERTA / MOLINA / MIRA

Ni todas las fuerzas del mal reunidas han conseguido dar con los cansados huesos del Espanyol en Segunda División. Ni la penosa planifi cación que hizo Javier Clemente, ni la connivencia que en esa nefasta tarea tuvo una directiva que debería hacer un acto de contrición, ni las primas, ni el Murcia. Ocurrió al fi nal, cuando la angustia subía desde el campo hasta la grada y volvía a subir, en un refl ujo siniestro, preocupante. Pero ocurrió, ajustado al guión que manda que el Espanyol sufra, sufra y siga sufriendo, bien entrada la segunda parte. Tamudo primero y Lopo después hicieron de Montjuïc otra vez una montaña mágica, le devolvieron al perico las ganas de sonreír y desataron una euforia que acabó en invasión del campo, destrozos varios y locura generalizada.

Antes del partido la excitación era tal entre los jugadores del Espanyol que el árbitro tuvo que informarles de que aún faltaban cinco minutos, que todavía no era necesario que se pusieran en formación para sacar de centro. Con ese espíritu se puso en movimiento el equipo de Luis Fernández, empujado por un graderío colmado. En tres minutos había sacado dos córners y obligado otras tantas veces a Sánchez Broto a reaccionar a disparos de Fredson y Tamudo.

El goteo de ocasiones continuó, casi siempre vía De la Peña, buscador impenitente del pase letal. Pero el partido se fue poniendo turbio a medida que desaparecía Hadji, corría como una liebre el reloj y la portería del Murcia se iba haciendo más pequeña. Para colmo, hubo quien cayó en las provocaciones de Luis García, así que primero se llevó una amarilla Torricelli y mejor suerte tuvo Pochettino, que le rompió la boca al delantero rival, sin que lo viera el árbitro. Un árbitro bastante predispuesto al sigan, sigan.

El Murcia siguió en la cueva, siete atrás y juntitos los demás, hasta que De la Peña encontró a Tamudo y éste fi rmó su 19º gol en la Liga (y no va a la Eurocopa). Después se sumó Lopo, de cabeza, y entonces estalló Montjuïc. El Espanyol sigue en Primera. A pesar de todo y de todos.

EL DETALLE: DESTROZOS AL FINAL, EN LA CELEBRACIÓN

El travesaño de una portería quedó destrozado y el césped del Estadi Olímpic tendrá que recibir atenciones, porque fueron muchos los seguidores del Espanyol que se llevaron recuerdos.

L. Fernández: "No sé si seguiré"

"No sé si seguiré el año que viene. No han sido fáciles estos meses que he estado aquí. Conseguimos algo que parecía imposible, por lo que necesito descansar un poco. Tengo una familia a la que atender y ahora les debo un poco de tiempo. Todavía queda hablar del tema con el presidente. Mi prioridad será siempre el Espanyol a la hora de negociar. Siempre estuve convencido de que nos salvaríamos. Este equipo supo dar lo máximo de sí mismo en todo momento".

Toshack: "Somos profesionales"

"El primer gol fue un error nuestro en el mediocampo. Lo seguimos intentando, pero el segundo fue defi nitivo. Hace mucho que no veía un ambiente así. El árbitro no vio algunas jugadas sin balón. Hubo momentos calientes porque quizás el banquillo de ellos nos contagió. Ante el Valladolid ganamos y el Espanyol bailó sevillanas; en este partido intentamos lo mismo. La afición es inteligente y sabe que si hubiéramos ganado no hubiéramos sido culpables de su descenso".