NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Florentino ya tiene su Santamaría

Por fin. Florentino fichó un central y la afición respira. Se ha resistido durante tres años a hacerlo ("fichar defensas es de cobardes", decía entre bromas y veras) pero este derrumbre final de temporada le ha hecho revisar algunas cosas. Pero puede consolarse en la seguridad de que este fichaje no le aparta de su ortodoxia bernabeuísta. También Bernabéu fichó defensas, entre ellos uno espléndido, Santamaría, central uruguayo que asentó la defensa durante muchos años. Elegante y limpio en el corte, técnico e inteligente en la salida de la jugada. Dueño de la parte de atrás del equipo.

Es curioso cómo se repite la historia. En aquellos años también se le reprochaba al Madrid que tras un ataque brillante tenía una defensa de alpargata. Santamaría llegó justo a tiempo para ver a su nuevo equipo ganar la final de la segunda Copa de Europa y se quedó impresionado: "¿Para qué demonios me necesitan a mí?", pensó. Pero claro que lo necesitaban. Jugó muchos años, ganó muchas ligas y copas europeas. Fue crack en la parte de atrás, socio de Di Stéfano para armar un gran equipo. Ese papel de fortaleza en la parte de atrás es el que ahora se espera que cumpla Samuel.

Sólo que éste no viene para ver a los suyos ganar una final. Este llega a un grupo entregado a la molicie. El entrenamiento de ayer fue, un día más, un reflejo de lo que pasa. Dos que no se entrenan, uno que se va pronto ¡porque se casa! y se lleva a otro de testigo. Uno enfermo. Otro con esguince, supongo que en el alma. No se trata sólo de traer un gran defensa, como se ha hecho, ni de traer otros refuerzos más. Se trata de reconstruir una ética del trabajo que ha caído a sus mínimos históricos. Ése es el pésimo legado de Queiroz. Para remediar eso se confía en el otro gran fichaje: Camacho.