El Mundial aún echa de menos a Cobas

El propietario de la empresa que da el servicio de cátering a Repsol se llama Ginés Guirado y es un clásico de los circuitos. Lleva ligado al Mundial 22 años y, antes de ser el propietario del hospitality que mayor número de invitados acoge en cada gran premio, fue mecánico de varios equipos. Siempre dice que con quien más a gusto trabajó fue con Antonio Cobas, director técnico del equipo de Sito Pons de cuyo fallecimiento por un cáncer se cumplió en Le Mans un mes.

Cuesta hacerse a la idea de que Cobas ya no está y se nota que el paddock añora al mejor ingeniero del Mundial. "Se echa mucho de menos a Antonio", dice Ginés, uno de los que mejor le conocía.

Su relación con Cobas data de los lejanos 80: "Si le entrabas bien, te costaba poco conocerle. Trabajé con él alrededor de cinco años, pero la relación que teníamos era de hermanos. Nos conocimos en las motos; cuando Antonio empezó a trabajar para Siroko, yo estaba en JJ. Éramos clientes suyos porque fabricaba las motos que nosotros teníamos. Recuerdo bien que hizo la Kobas con chasis de aluminio, estando con Sito, y nosotros ganamos el Europeo de 250 con Cardús, en el 83, con una JJ que montaba uno de sus chasis. Al final de ese año él ya entró en JJ y al siguiente hizo la TR1. En el 85 hizo la TR2 y entonces ya estaban de clientes Toni García, Luis Miguel Reyes, Joan Garriga, nuestro equipo con Cardús... En el 87 dejé de trabajar a su lado porque le monté a Nieto un equipo, con Cardús y una Honda oficial. Un año después el equipo creció y entró Miralles con una semioficial de 125 y Alberto Puig con una estándar de 250".

Chasis de aluminio. El chasis de aluminio al que se refiere Guirado es la base del doble viga que aún hoy está vigente. Su chasis doble viga lo copió Yamaha en el 84 para su 500 de gran premio. Pero Cobas no sólo dejó su sello en la velocidad. También el mundo del trial recibió una gran herencia.

Este simpático almeriense bien lo sabe: "Antonio era un adelantado a su tiempo. Todo lo que hay hoy lo innovó él. La moto campeona de trial es suya porque trabajó mucho tiempo en Montesa Honda. Algunos dijeron de él que era muy tonto, que a quién se le ocurría hacer una moto de trial con un solo amortiguador y frenos de disco. Hasta entonces estaban acostumbrados a dos palos detrás y frenos de tambor. Se tiraban todo el día limpiando las zapatas porque se oxidaba el tambor. Lo mismo pasó cuando en su día inventó el chasis doble viga de aluminio. Decían que eso se doblaría. Tuvimos problemas al principio al no tener el aluminio apropiado, pero hoy no hay una moto que no lleve ese chasis".

"Antonio ha sido más bueno incluso de lo que la gente sabía. Era un avanzado a su tiempo. Yo me considero un privilegiado por haber trabajado con Antonio y estoy muy orgulloso de haber estado a su lado. Me enseñó mucho". Como se ve, para Guirado no hay dudas de la enorme pérdida que ha sufrido el Mundial con la muerte de Antonio. Para nosotros, tampoco.