Tocado y hundido

Primera | Murcia 2 - Real Madrid 1

Tocado y hundido

Tocado y hundido

JESÚS AGUILERA, JUAN NAVARRO Y PEPE VALERO

Patético partido del Madrid, que cede la segunda plaza. Un ex, Luis García, volvió a sentenciar. Beckham fue expulsado

Los ex, asunto peliagudo. Así, en general, hay dos tipos de ex: los que aman y los que odian. Nos referimos a los ex del tipo emocional, no a los ex ministros ni a los ex directores deportivos (aunque valdrían). El ex que odia nace de una ruptura traumática y el que ama, también. Las rupturas siempre lo son y no entraremos mucho en esto. El que odia sólo es peligroso en el encuentro fortuito, mientras que el peligro del que ama reside en su asombrosa omnipresencia.

Los ex que cultiva el Madrid son de los que odian. Salen del club despechados, porque pasaron de promesas a descartes, casi sin transición, y esto duele, ya seas amante o futbolista. Por eso son despiadados en el encuentro. Luis García fue el último ejemplo, dos goles. Antes les ocurrió a Milito, Morientes, Valdo y Etoo, todos ellos grandes futbolistas, indiscutiblemente mejores que muchos de los que forman parte de la primera plantilla del Madrid.

Por cierto, Queiroz alineó a Borja en lugar de Guti, quizá fue una forma de castigar sus declaraciones belicosas ("siempre pago yo el pato") o tal vez fue por una meditada decisión táctica (pares o nones). En cualquier caso, a pesar de esta aberración técnica, no tiene culpa este canterano de la patética imagen que dio el Madrid en Murcia, ni tampoco es responsabilidad de Mejía, muy limitado en el lateral izquierdo. Luego volveremos a Guti.

El desastre del Madrid fue consecuencia del proceso de descomposición que sufre un equipo abandonado a su suerte desde el principio, sin entrenador y sin rigidez institucional, porque sólo la falta de disciplina general explica la expulsión de Beckham, la novena roja que ve el equipo esta temporada. Becks se acordó de la madre del juez de línea, primero en inglés y luego en español, clases gratis.

Sin embargo, nada de lo dicho resta méritos al partido del Murcia, valiente y entregado pese a estar descendido. Luis García marcó a los tres minutos después de una cantada de Casillas, incapaz de atrapar un balón que peinó Richi, jugador interesante, telescópico. En cinco minutos el estadio ya estaba coreando olés.

En esos primeros instantes el danés Jensen se exhibía con tal soltura por la banda derecha que daban ganas de fi charlo, como extremo o como amigo. La respuesta del Madrid era dislocada, arrebatos aislados: un chut de Beckham, un cabezazo de Raúl, un disparo de Zidane... Pero lo que no se iba fuera lo despejaba Sánchez Broto, que no se sabía si jugaba un partido o rodaba un anuncio de Coca-Cola.

Luis García volvió a marcar de penalti que no fue (mano involuntaria) y el Madrid estrelló dos balones a los postes (18 esta temporada). Todo eso es verdad, pero no es excusa. Un equipo grande debe sobreponerse a una mínima adversidad. Guti acortó distancias, pero el gol (meritorio) se pierde entre sus gestos de niño incomprendido. El peor Madrid en años perdió la segunda plaza en favor de ese Barça que estuvo a 18 puntos de distancia. Al fi nal, ni fútbol, ni imagen, ni presencia. Sólo ex.

EL DETALLE: La peor racha de la historia

Jamás había perdido el Madrid cuatro partidos consecutivos en la Liga. La última vez que perdió tres (1999) supuso el despido de Heynckes, relevado por Toshack.