NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Yo digo Tomás Roncero

¿Por qué somos del Madrid?

Ahora que estamos todos azotados emocionalmente por la muerte de Jesús Gil (un tipo entrañable que ganaba mucho en el cuerpo a cuerpo) veo necesario recordar la campaña publicitaria que triunfó en el segundo año de los rojiblancos en Segunda División. Ese niño diciéndole al padre: "Papá, ¿por qué somos del Atleti?". Mentiría si no reconociese que me choteé de algún amigo que lleva lo de ser atlético como una cruz pesada desde que se levanta hasta que se acuesta. Pues mira por donde, el destino me ha querido castigar aplicándome la misma medicina con el Madrid de baloncesto.

Si mi bebé tuviese ya uso de razón y fuese a menudo al Raimundo Saporta me habría hecho varias veces la preguntita de marras. Ser del Madrid de la canasta hoy día es convertirse en un masoca vocacional, en un nostálgico de la España del NO-DO y de aquel Ferrándiz Team que arrasaba en Europa sometiendo a los infieles soviéticos. Pero estamos en la España del siglo XXI, en la que el AVE y las autovías nos hablan de un país en expansión. Todo va bien menos el Madrid de basket, que se arrastra para disgusto de una afición que no se merece tanto desastre: Hapoel, Fuenlabrada, Estudiantes... Penoso. Ha fracasado el proyecto de Lolo, en pleno período de reflexión. Y Aranzana, madridista de corazón, ficha por el Tenerife. Otra que nos han clavado. ¡Qué pena!