Decisión final: el elegido es Camacho

En las últimas 48 horas ha meditado mucho. Más que en los últimos cuatro años. Aprovechando la inauguración de la futura Ciudad del Real Madrid conversó con sus directivos y también ha escuchado la versión de su entorno más íntimo y del propio Jorge Valdano. Florentino Pérez, acostumbrado a tomar sus decisiones sin consultar a nadie arropado por su fiable ojo clínico, ha preferido consensuar la gran apuesta. La del banquillo. Ya ha puesto nombre y apellidos al sucesor de Carlos Queiroz: José Antonio Camacho. Sí o sí. No hay debate. No hay quinielas. No hay dudas. Claro que en su mesa de su trabajo aparecen los nombres de Rafa Benítez (juega en su contra que afirmase en su día que en el Bernabéu hay que hacer el doble que los demás para sacar algo), Capello (sólo gusta a algún directivo), Víctor Fernández (buen técnico y madridista confeso, pero su currículum reciente no lo avala) e Irureta (ya ha renovado por el Depor). Pero Florentino ha comprendido que es el momento de atender la petición de la afición (más del 50% apoya a Camacho en las encuestas) y de recuperar el espíritu, el sentido de la disciplina y la identidad del club en el que el entrenador murciano forjó su leyenda.

Fichajes. La apuesta por Camacho es tan firme que en cuanto que acabe su compromiso profesional en la final de Copa Portuguesa (Benfica-Oporto, domingo 16) el club espera cerrar cuanto antes su contratación para que dé el visto bueno a los fichajes que están en cartera. Sin el técnico no se dará un paso y esa es la señal de que algo está cambiando...

Además, Florentino ha valorado positivamente la reacción del entorno del club (socios, peñistas, veteranos, etc.), todos entusiasmados ante el posible fichaje del ex seleccionador nacional. Butragueño dio la clave hace unos días casi sin ser consciente de ello: "Camacho es uno de los nuestros". Ese es el futuro que busca Florentino. Camacho al Madrid. Imparable...