Florentino está donde menos quería

Buscando central, disputando en el mercado jugadores de nivel medio, sin acceso al gran galáctico de la temporada (Henry), abocado a contratar un entrenador de perfil llamativo y carácter fuerte... Florentino está donde menos le gustaría. Su ideal es otro: un sólo fichaje cada año, e indiscutible; permeabilidad entre la cantera y el primer equipo para cubrir los puestos defensivos; entrenador de perfil bajo, cuyas exigencias no condicionen la marcha del club, según ha sido uso inveterado en el fútbol, que ha construido su ruina sobre la fórmula del entrenador omnipotente.

A mí me gusta el modelo original de Florentino, eso que se formula como zidanes y pavones. Lo que siento es que no se haya aplicado con verdadera seriedad, para que de verdad pudiéramos saber si es viable o no. A estas alturas ya nadie duda de que la contratación de Queiroz fue un error. El de entrenador es un puesto del que dependen muchas cosas y en la elección de esa figura hay que acertar. Y tan malo es un fantasma con bolas y cadenas que se apodera del club como un místico débil al que no hacen caso los jugadores. Y que encima es un cabezota que no confía en la cantera.

En el punto en que se ha llegado, no es malo que Florentino haga una rectificación en el plan y refuerce la plantilla con unos cuantos fichajes. Las circunstancias lo exigen y la afición lo necesita para volverse a ilusionar. Pero estoy seguro de que volverá a su plan, y su plan pasa por la cantera. Por eso intentará del nuevo entrenador (Camacho, casi seguro), un compromiso de complicidad con el plan estratégico. Este año ha significado para el Madrid, entre otras cosas malas, un parón en la política de cantera. Eso es lo que obliga a hacer fichajes. Pero el modelo sigue estando ahí.