El Madrid rejuvenece medio siglo

A finales de los cincuenta, Bernabéu emprendió el proyecto de la Ciudad Deportiva del Madrid, que inauguró en 1960. Compró unos terrenos muy, pero que muy en las afueras de la ciudad A duro el palmo. Gento le dijo: "Pero presidente, ¿cómo ha comprado usted este erial?" Y Bernabéu le contestó: "Paquito, por aquí subirán dentro de unos años todos los duros de la Castellana. Yo igual no lo veo, pero tú, sí." Y Gento lo ha visto. Aquella Ciudad Deportiva le ha dejado al Madrid al cabo de los años dinero para cancelar una deuda histórica, para fichar galácticos y para hacer otra nueva.

Pero no sólo ha dejado dinero. Ha dejado jugadores. La cantera del Madrid sirvió para reedificar un equipo campeón de Europa, el Madrid ye-yé, cuando los años retiraron a Di Stéfano, Puskas, Santamaría y demás. Luego dio la cosecha de los garcías, que sostuvo dignamente una época de gran penuria económica. Y la Quinta del Buitre, que hizo un juego glorioso y dejó cinco ligas y dos uefas. Y antes y después ha dado muchos jugadores a la Selección Nacional. Algunos que ni siquiera llegaron a jugar en el Madrid, o que jugaron poco. Triunfaron fuera, como son ahora los casos de Cañizares y Mista.

Ayer se puso la primera piedra de la nueva ciudad deportiva. Florentino pisa sobre las huellas de Bernabéu. Ese es su gran acierto. De nuevo unos grandes terrenos, de nuevo en las afueras, de nuevo un seguro financiero por si, muchos años más adelante, hay penuria económica. Y de nuevo, también, el deseo de hacer club, de hacer cantera, de ilusionar a la afición con jugadores locales, como Casillas, Raúl, Guti... Los ye-yés, los garcías, los buitres, se llaman ahora pavones. Todo consiste en encontrar un entrenador que se decida a ponerlos, que entienda que ellos son la esencia del club.