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Etoo y el ‘síndrome Munitis’

El Madrid recibe al Mallorca y la mirada se escapa enseguida hacia Etoo, temible por varias razones. Porque es magnífico, porque viene cargado de moral tras ser reconocido, por fin, mejor jugador de África, porque su velocidad resulta ideal para descubrir las grietas de un equipo que se suele partir... Pero sobre todo porque ha sido y medio sigue siendo del Madrid, y eso levanta muchos fantasmas. Empezó con Munitis y aquel gol tan celebrado de hace dos temporadas. Luego Milito y su partidazo en la final de Copa. Después Morientes, con sus tres goles en Champions. Y hasta Valdo.

Todo eso sume al madridismo en una especie de resignación ante un mal fario que le lleva a ser castigado por los jugadores a los que despreció. Y va creando dudas en la afición sobre si las decisiones fueron buenas o equivocadas. ¿Pero no estaba inútil Milito? ¿Por qué no se quedó Morientes en vez de Portillo? ¿Ese Valdo no es mejor que Núñez y Juanfran juntos? Y todo contribuye a la desazón y al desconcierto, carga de pesimismo las discusiones entre los propios madridistas y da munición a sus adversarios de tertulia, que se solazan con estas desgracias que les cargan de munición.

Pero en realidad el Madrid hizo una limpia de plantilla porque tenía que hacerla y ha ido a un diseño que resulta espectacular y atractivo y que ha venido funcionando hasta hace un par de meses. El Madrid ha pasado de un modelo con el que ingresaba 20.000 millones y gastaba 30.000 a otro en el que gasta 40.000 pero ingresa 50.000. A eso ha llegado con los fichajes galácticos y los descartes correspondientes. Es una buena estrategia. El fallo es que se haya relajado la disciplina, que no se entrene. Los que se fueron sí se entrenan. Y encima les ayudan las ganas del desquite.