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Es una tradición desde que Zidane está en el Madrid. Cada vez que da una conferencia de prensa, siempre reserva unos "minutos francófonos" para sus compatriotas. Ayer se respetó esta tradición y pudimos charlar un rato con un Zizou aliviado, contento de haber podido expresar exactamente lo que quería, asumiendo totalmente su responsabilidad. En algún momento del intercambio, le pasó a Zidane lo mismo que a todos los guiris que llevamos tiempo aquí en España. Cuando quería expresar su idea sobre la necesidad de hablar en los malos momentos no fue capaz de encontrar la palabra adecuada en francés porque la más precisa se dice en... español.

Así que Zizou dijo que quería "dar la cara". Y así fue: dio la cara sin buscar ninguna excusa a su baja forma. Me gustó su manera de hablar, su interés por quitarle la preocupación que hubiera podido nacer entre los aficionados del Madrid. Si el francés no fuera el crack mundial que queremos y sólo un mercenario del fútbol le daría igual y no sería tan convincente como lo fue ayer. Afirmó que está seguro de ganar más títulos y pienso que podemos confiar en él. Zizou no miente, se ve. Así que los celosos que pensaban jubilarle más pronto de lo previsto tendrán que esperar. Tres años, por lo menos...