A vida o muerte

El Valladolid se la juega este domingo. Nadie se cree que el equipo gane los dos últimos partidos si no se es capaz antes de ganar a la Real Sociedad. No se venció al Murcia y por ello habrá quien dude que ahora se pueda ganar a los vascos, pero es la única opción que queda. Es el momento de pensar de verdad lo que hay en juego. La permanencia, el futuro de una entidad con una tremenda deuda, la ilusión de mucha gente. Son tantas, que me parece increíble que haya quien pueda dar por sentenciado al Valladolid, cuando ni siquiera ocupa un puesto de descenso directo.

Sé que es difícil pedirle a los jugadores que adopten y consigan el estado de ánimo que disfruta actualmente el Espanyol, pero deben pensar que fue precisamente ese equipo y hace poco el Celta, el que salió del estado de bloqueo en el que ahora se encuentra el Valladolid. Que se metalicen y que logren una dinámica positiva como para darse cuenta de que está en su mano. Que si le ganan a la Real estarán a un paso de la permanencia. Es complicado tras la segunda vuelta de letargo e irresponsabilidad que junto a Fernando Vázquez han llevado y cambiarlo todo ahora, de la noche a la mañana. Pero querer es poder y deben de rescatar aquel espíritu que hace tres años a muchos de ellos les permitió ganar en Riazor y lograr el punto de la permanencia decisivo ante el Barça.