¡Más madera!

Espía de TV3. Quizás para festejar que Europa es más grande que nunca, decidí disfrazarme de turista chipriota y me recluí en un lugar del Mediterráneo. Territorio culé cien por cien. Encendí la televisión para someterme a una sesión de masoquismo extremo y presencié el Depor-Madrid a través de la transmisión de TV3. Los dos Xavis (Andreu y Torres) me castigaron por tanta osadía con una serie de aseveraciones que poco a poco me fueron dibujando lo que para ellos suponía una conquista de ese Barça que les está dando la vida tras cinco años de nadería y sufrimiento. Estas fueron sus primeras perlas. "Salta el Madrid al campo, con Figo titular y en medio de una gran ‘abroncada’..."; "En la primera vuelta el Depor perdió en el Bernabéu 2-1, pero anularon un gol legal de Luque..."; "El Madrid está mal físicamente porque sigue acusando la gira de Asia..."; "Es curioso que Cambiasso no haya jugado en todo el año y ahora que se juegan la Liga sea titular indiscutible..."; "Esa entrada de Pavón a Mauro Silva ha sido clavada a la de Figo a Puyol, pero la diferencia es que esta vez no hubo contacto..."; "Gol de Tristán y la ‘gent’ de Riazor empieza a corear el juego de su equipo entre olés..."; "Esa primera tarjeta a Zidane le impedirá jugar ante el Mallorca... salvo que los Comités de la Federación decidan lo contrario"; "La entrada de Beckham ha sido puro producto de la impotencia..."; "La expulsión de Zidane es clarísima"; Es curioso que el Madrid no sea capaz de acabar últimamente un partido con once jugadores. Pavón, Figo, Zidane..."; "¡Qué tiro al larguero de Raúl! Hay que reconocer que es increíble el infortunio que está teniendo el Madrid esta noche. Ya lleva tres postes. Están siendo castigados por la mala suerte...".

Gafados. Ahí me vine arriba y tengo que dar las gracias a mis compañeros del canal autonómico catalán. Si TV3, que nunca ha escondido su fervor por la causa azulgrana, es capaz de reconocer a su audiencia que el Madrid está gafado por la desgracia es que realmente debe estar siendo durísimo el castigo excesivo y cruel que está sufriendo un equipo que insiste en morir de pie. Lo que está claro es que este Madrid necesita tocar madera para espantar el mal fario, pero anoche se lo tomó tan en serio que casi hace una figura de roble con las astillas de la portería de Molina. Cambiasso, Ronaldo y Raúl se estrellaron contra esos palos simbólicos, que dejan a los galácticos perdidos en el espacio y a la deriva. Son estrellas fugaces cuyo haz de luz ya no ilumina esta Liga...

Primados. El Depor ya puede cobrar a gusto la prima del Valencia, pero que no olvide que con su triunfo de ayer a quien de verdad ha habilitado es al Barça, que asoma desde atrás bufando sin que la gente haya reparado en que puede llegar a la última recta como lo hacía Carl Lewis en las carreras de 200 metros. Y mira que intentaron evitarlo Ronaldo y Roberto Carlos, que parecían empeñados en homenajear a su compatriota Ayrton Senna, muerto en Imola hace justo diez años. Pero cuando todo va mal las efemérides pierden su sentido lúdico y festivo. Que se lo digan a Beckham, que fue suplido a falta de media hora, como triste colofón a otra velada aciaga que le impedirá soplar hoy con energías las velas de la tarta de su 29 cumpleaños. La puntilla para el ‘Toro Galáctico’ llegó por parte de la zurda perica de Capdevila, que derrumbó el último foco de resistencia que quedaba en el Titanic blanco: Casillas. El 2-0 ni siquiera fue festejado con excesos por Xavi Andreu y Xavi Torres. Encima se apiadan. Esto es lo que hay. Empiezo a entender el mal rollo que han padecido los que estaban en la otra orilla. Lo sucedido en el Madrid en los dos últimos meses es más fuerte que leerse una novela del Oeste de Marcial Estefanía. Aquí me quedo. Con mis gafas negras de camuflaje, la toalla del Pato Lucas y la cara partida de tanto haberla expuesto. Toca callar, reflexionar y esperar a que hoy Joaquín y Tamudo me alivien la úlcera. Dios mío, ¿qué he hecho yo para merecer esto?