La decisión más polémica

Es difícil que nuestro fútbol pueda soportar tanto dislate. Un error genera otros muchos y, al final, cuestiones que serían banales se acaban convirtiendo en guerras civiles. A una resolución injusta de los tribunales federativos se unen unas declaraciones que serían motivo de expediente. Pero como la justicia del fútbol no tiene ningún crédito, todos se sienten con derecho a opinar de forma bárbara sobre sus fallos. Y claro, tan peligroso es el error de unos señores que no han pegado nunca una patada a un bote y que de derecho sabrán mucho pero de reglamento de fútbol muy poco, como las interpretaciones que se hacen de sus resoluciones. Figo, en justicia, no debería jugar en Coruña. Vale. ¿Eso es regalarle la Liga al Madrid?

La única explicación para quitarle la tarjeta a Figo la tenemos que encontrar en la supina ignorancia de los miembros de Apelación. Dudo mucho que conozcan el reglamento al punto de poderlo interpretar correctamente. El recurso del Madrid decía que Figo no toca a Puyol, cierto. ¿Pero eso le exime de ver tarjeta por juego peligroso? ¿Saben esos jueces qué es juego peligroso? Eso, fuera del campo, es intentar llevar el agua a tu molino con descalificaciones populacheras. Lo hace con cierta reiteración el presidente del Valencia y se unen otros miembros de su Junta y algunos jugadores. Tan reprobable es la ignorancia de los algunos jueces como el atrevimiento de ciertos directivos.