NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Las ensoñaciones adanistas de Blatter

El fútbol, y esto vale para otros deportes, llegó a ser grande por las iniciativas de unos cuantos visionarios, que, con amor y buen criterio, lo fueron modelando en sus reglas y en sus competiciones. El fútbol, y esto vale también para otros deportes, está ahora parasitado por fatuos, egoístas y aprovechados que intentan masajearse su propio ego aportando novedades al buen tun tún, con peligro de estropear una cosa bien hecha. Tan bien hecha, que difícilmente admite mejoras. Uno de los más peligrosos entre estos tipos es Josep Blatter, el burócrata que preside la FIFA.

Blatter llegó a la presidencia de la FIFA escalando puestos desde el humilde pupitre de oficinista en que empezó. Hace tiempo que hizo realidad lo del principio de Peter. Ahora está mucho más allá de su nivel de incompetencia y, a falta de nada mejor que hacer, va soltando paridas cada poco. Descansos en cada tiempo para complacer a las televisiones americanas. Dos árbitros, supongo que para duplicar el mayor factor de irritación que tiene el fútbol. Gol de Oro. Gol de Plata. Y ahora, la genialidad de que no haya empates, que se resuelvan por los penaltis.

En general son cosas (y debería saberlo si se documentara) que se probaron en su día y se descartaron. Lo de jugar sin empates, por ejemplo, lo hizo la liga americana de fútbol, que los resolvía con unos seudopenaltis en los que el delantero arrancaba desde 33 metros de la portería y tenía tres segundos para meter gol. Un hallazgo que no propició que aquella liga sobreviviera más allá de las retiradas de Pelé y Beckenbauer. Los problemas del fútbol (arbitraje, relación clubes-selecciones) son otros que nada tienen que ver con estas ensoñaciones de un burócrata adanista.