Que sea para bien

Lejos de entrar en la discusión de si es o no acertado el cese de Vázquez, lo que le interesa al aficionado es que la decisión adoptada sea la correcta. Emitir un juicio de valor sobre si va a ser bueno o malo, puede llevar a cualquiera con facilidad al equívoco. Sólo el día en el que acabe la Liga y se compruebe si el Valladolid ha conseguido la salvación se podrá juzgar a Suárez y a Llorente. A Vázquez ya lo han juzgado ellos y le han condenado. Yo pregunto: ¿La marcha de Vázquez y la llegada de Santos garantiza algo? ¿Es correcto frenar la hemorragia cortando de raíz sin correr excesivos riesgos? ¿No ha tenido tiempo Vázquez de asegurar la permanencia, como para decir ahora que con él no se bajaría? ¿Puede calificarse de temeridad prescindir de un entrenador a tan sólo cuatro jornadas para el final? ¿No será que con esta plantilla y su plaga de lesiones, el camino a Segunda es imparable? Y si se queda Vázquez y se baja, ¿entonces qué?

Todas estas son preguntas que nos asaltan a todos y que no son fáciles de contestar. Por encima del beneficio o el perjuicio personal de Vázquez, de Llorente, del presidente o de los jugadores, lo importante es que la medida sea la correcta y eso ahora mismo nadie, absolutamente nadie, puede asegurar si lo va a ser o no. Así, mientras lo comprobamos antes de buscar culpables, hagamos todos el máximo esfuerzo por apoyar para que el equipo se salve.