Prats y nadie más

El alma de un vasco de Andoain reencarnada en el cuerpo de un mallorquín de Capdepera frenó en Heliópolis a la Real Sociedad en tarde de calor taurino. El espíritu inmortal de José Ramón Esnaola y su medalla milagrosa de la Virgen del Rocío regresó al campo del Betis: pero dentro de los guantes y las paradas de Toni Prats y gracias a las maldades de Esquinas Torres.

Por cierto: Esquinas también hace el camino del Rocío, con la hermandad de Mairena del Aljarafe. Los que hacen el camino rociero con el cordobés Esquinas le han detectado cierto tufo sevillista. Ayer, 25.000 béticos, Lopera incluido, pensaban exactamente igual que los rocieros de Mairena del Aljarafe. La tarde más inolvidable de Prats en la portería del Betis nació en la tarde más olvidable de Esquinas como árbitro.

El partido fue una apoteosis de calor que hacía pensar en la Maestranza. en la Feria y en el Rocío, y una explosión de desatinos defensivos. A los 10 minutos, Benjamín galopó sobre Xabi Alonso en el corazón del área realista y conectó un zurdazo... galáctico, por llamarlo de alguna manera. 1-0.

Desde ahí, la extraña Real navegó con fuego en cubierta y a remolque. Mientras el turco Nihat trataba de reconquistar Al Andalus en Heliópolis, el blanquito estonio Karpin daba tantos bufidos de asfi xia como el rubio noruego Kvarme. El Betis tenía aparcado a Denilson: salía mejor entre líneas con Benjamín, Dani Joaquín e Ismael.

Pero la defensa del Betis hacía una cantidad de agua tal que apagaba el incendio de la Real. Nihat tuvo un medio gol que no redondeó, justo antes del 2-0: a los 20 minutos, oaquín leyó el desmarque de Dani. Este, quizá el futbolista ás en forma del Betis, se encontró con sólo dos rivales en su ruta. El resto de hombres de Denoueix, no habían hecho el epliegue: pagaban el peaje de los 32 grados.

Así, el incendio de la Real iba adquiriendo dimensiones devastadoras, cuando Varela segó por detrás la única carrera e Karpin en toda la tarde. Esquinas, el rocie ro de Mairena, anduvo al quite del estonio de Estonia. Pero Karpin no tenía mucho más oxígeno y Prats le adivinó el tiro de penalti. Poco después, De Paula enganchó su único remate de la tarde, un buen cabezazo: para Prats. Lo que el mallorquín no pudo impedir fue el raid de Nihat en el último minuto del primer tiempo, a través del valle o canal que era el centro de la defensa del Betis: 2-1.

El resto fue la lucha de la Real contra el imposible. Por floja que fuese la defensa del Betis y por mal que esté Denilson o su sombra, Denoueix no sabía que se enfrentaba a una conjunción astral: el calor, Jesulín en la Maestranza... y el espíritu de Esnaola bajo el pecho de Prats, con la barba tan crecida como los toreros en días de miedo.

En el minuto 84, Esquinas Torres desató el caos con un penalti que se fabricó Nihat tras desconcierto general en el área del Betis. Tiró Kovacevic, que había salido a mejorar a De Paula... y el rastro perdido de Esnaola, aquel vasco de Andoain, regresó a Heliópolis: otro paradón. Al final, hasta Esquinas, que se llevó un botellazo, felicitó a Prats: no sabía que andaba por allí la Virgen del Rocío, la de Esnaola en 1977. Si no, no se explica.