Una consulta real

Ayer vi en consulta a un paciente que sobrepasaba los 40 años y que acudía por un dolor en el cuello de larga duración. Le mandé descubrirse para explorarle sus cervicales y me quedé sorprendido al ver el torso desnudo, musculoso, que muchos estudiantes de Medicina quisieran en sus aulas para estudios de Anatomía dinámica. Le pregunté si hacía pesas y me respondió que acude casi todos los días al gimnasio, porque es una válvula de escape que necesita para liberarse de las tensiones de su actividad laboral. Ante mi pregunta de que si tomaba algo, me respondió con naturalidad que está tomando todos los días batidos de proteínas y pastillas de aminoácidos ramificados: seis pastillas tras entrenarse. ¿Dónde las compras?, fue mi siguiente pregunta. "Me las da el monitor del gimnasio".

Terminé de explorarle solicitando unas pruebas y después de marcharse me preguntaba. ¿Hasta cuándo van a negar los ciegos las evidencias del dopaje? ¿Van a seguir insistiendo que las declaraciones de Manzano y compañía son simplemente una vengaza? Reflexionen, defiendan sus intereses, pero piensen que cuanto estamos leyendo es habitual tanto en el deporte profesional como en el amateur e incluso en el simple aficionado al deporte. Y piensen que mal hacemos a la sociedad al intentar enmascarar unas prácticas que son dañinas para la salud.