Jaime Lissavetzky tiene tarea por delante

ZP ya tiene hombre para el deporte: Jaime Lissavetzky, político de largo recorrido en el PSOE madrileño, afín a Alfredo Pérez Rubalcaba, y que ya tuvo responsabilidades deportivas en la Comunidad de Madrid con Joaquín Leguina. Estuvo a punto de ocupar este cargo en tiempos de Felipe González, pero una fea maniobra de Gómez Navarro (que acababa de dejar el cargo para acceder al de ministro de Comercio) en alianza cutre con un radiofonista le desplazó en favor de Cortés Elvira. En mala hora. Cortés Elvira fue una calamidad que ensombreció el buen recuerdo de su valedor.

Lo curioso es que Lissavetzky ha estado a punto de quedar descabalgado también ahora. Zapatero ha tenido la tentación de utilizar el cargo para dar satisfacción a alguno de sus barones, pero todas las opciones se han ido marchitando por una razón o por otra. Maragall quería a Albert Batllé, pero la gamberradilla del hockey lo hizo inviable; Bono tenía un buen candidato, Martín del Burgo, pero salió Cortés Elvira a presumir de avalista de la idea y le fundió; José Blanco proponía a Méndez Romeu, pero una indiscreción dio al traste con esta candidatura.

Así que al final ha sido Lissavetzky, al que Pérez Rubalcaba quería en Ciencia y Tecnología, pero que en el territorio del deporte tiene ganas y experiencia. Falta le van a hacer. Lo de las selecciones catalanas es una herida que va a escocer; lo de la Federación de Fútbol es un escándalo impresentable; en el doping España está muy por detrás de su entorno, en una materia de por sí difícil y que está provocando situaciones tenebrosas. Gómez Angulo le deja una mala herencia. Tanto tiempo sin hacer nada hace que al sucesor se le acumule la tarea. Pues a ello y suerte.