El Rey presidió un palco de pesos pesados

El aspecto que ayer presentó el palco del Estadi Olímpic de Montjuïc era digno de elogiar. Nadie se quiso perder la cita. Y es que una final es un partido especial. El primero que destacó por su presencia fue Su Majestad Don Juan Carlos, que se sentó entre Pasqual Maragall (presidente de la Generalitat de Catalunya) y su esposa Doña Sofía, y a la conclusión del encuentro entregó la Copa que lleva su nombre a los campeones. La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín (vicepresidente del Comité Olímpico Español) completaron la presencia real en el palco.

Pese a la amplia afluencia de personalidades del mundo de la política, no acudieron a la cita el próximo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ni tampoco el saliente, José María Aznar. Ambos prefirieron mantenerse al margen en un momento delicado en el país. Sin embargo, estas ausencias se cubrieron con la presencia de otros hombres de peso en la política: Alberto Ruiz Gallardón y Joan Clos (alcaldes de Madrid y Barcelona), Pilar del Castillo (ministra de Cultura, Educación y Deporte), Juan Antonio Gómez-Angulo (presidente del Consejo Superior de Deportes)...

Por su parte, el seleccionador español Iñaki Sáez controló desde la grada el devenir del encuentro, junto con el presidente de la RFEF, Ángel María Villar. Asimismo, los presidentes de Madrid y Zaragoza, Florentino Pérez y Alfonso Soláns, estuvieron bien acompañados por el máximo dirigente del Barça, Joan Laporta.

Al margen de este cartel, cabe destacar la enorme expectación que despertó el encuentro, ya no sólo en España. Unos 600 periodistas, procedentes de diferentes países, tuvieron sus ojos clavados en el césped para explicarlo en sus medios de comunicación. Además, emitieron 75 televisiones internacionales, incluida la de Qatar.