The winner is: Iker Casillas

Para mí sería muy fácil recordarles las excelencias extraterrestres y hollywoodianas de Zidane (Oscar a la Mejor Dirección), de Ronaldo (Oscar a la Mejor Producción, por sus 28 goles), de Figo (Oscar al Mejor Actor Masculino), de Beckham (Oscar a la Mejor Imagen y Sonido), de Roberto Carlos (Oscar al Mejor Film de Ciencia Ficción), de Guti (Oscar al Mejor Guión Original) o de Raúl (Oscar a la Mejor Película hablada en castellano). Pero no sería justo. En este atípico 29 de febrero (cuando marcó Ilic maldije la existencia de los años bisiestos), Casillas fue de nuevo el galáctico de los galácticos, la manguera que apaga el fuego cuando el bosque arde por los cuatros costados, el bote salvavidas cuando el Titanic se choca con el iceberg que pareció el Celta en un primer tiempo infame del líder.

Iker, Oscar al mejor Actor Secundario y ganador también del de Efectos especiales, es mucho más que un porterazo de fútbol. Es un milagrero nacido en la cuna de casa, que ha mamado madridismo desde su primer biberón en Móstoles y que cae igual de bien a los niños, a los jóvenes y a los abueletes del Bernabéu. Me uno a la manifestación que lideró esta semana Pedro Pablo San Martín pidiendo un gesto de cariño del club hacia el chaval. El Madrid engrandeció ayer su liderato gracias a sus vuelos sin motor. Corría el minuto 52 cuando Milosevic (un tipo que da miedo sólo con leerle el bélico apellido) se metió en el área y remató ajustado al palo. Palomitón, desvío mágico del nene y contraataque. Balón suelto y Ronie mata: 1-1. Segundo milagro. Mismos protagonistas. Helguera falla, Milosevic encara para firmar el 1-2 a placer y Casillas saca la mano de Dios. Parada histórica. Mi voto está claro. The winner is... Iker Casillas.