Solari: el valor de un buen suplente

No salió Ronaldo, por un constipado de última hora, y eso creó cierto desconcierto en el Madrid. No hace tanto que está, pero el perfil del equipo cambia indudablemente sin él. Raúl, metido arriba, hacía todo lo que podía, como siempre en todas partes, pero suplantar la ausencia del gran Ronie es imposible. Así que la primera parte fue un continuo crecerse del Sevilla, que se venía poco a poco arriba, en busca de ese gol que le hubiera puesto la eliminatoria de cara. Pero le faltó algo. Un poquito más de acierto de Baptista o de Darío Silva. O de ambos, pienso yo.

Porque el Madrid ocnsiguió por fin resignarse a la idea de que no estaba Ronie y mejoró. Eso ocurrió tras el descanso, y el que tocó el tambor y tiró dle equipo hacia arriba fue Solari, mandón en su banda. Un buen suplente en un equipo en el que cuesta encontrarlos, porque los titulares son tan evidentemente titulares que los suplentes carecen de perspectiva y de mejora y se abandonan a la melancolía. PEro ese no es el caso de Solari, que cuando sale en la posición en la que jugó ayer le da simetría la dibujo y energía al ataque. Otra cosa es cuando sale de lateral, que no le va tanto.

Y además marcó un gol magnífico, un tirazo sin ángulo que pilló a Esteban esperando el centro. Y sobre su gol creció definitivamente el Madrid, que de ahí al final del partido puso de manifiesto más fuerza física que el Sevilla. Esos sesteos del Madrid, esos medios partidos dejándose mecer que tanto prodiga, se notan quizá en noches así, en las que hay que apretar en busca de un ovjetivo inaplazable. Y así consiguió el segundo gol y rozó el tercero, que huebiera terminado con el pelito. Pero no llegó, y mejor para todos. Porque eso permite esperar emociones en la vuelta.