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Se sabrá en noviembre. El mes elegido por la FIBA para designar al anfitrión del Eurobasket 2007. Todos esperamos una sola respuesta: Madrid. La candidatura diseñada por la Federación Española está bien argumentada, tanto por razones estructurales (la capital tendrá en ese año más de 130.000 plazas hoteleras) como por argumentos históricos. Uno creció en su fervor por el deporte del aro y los tableros en el Mundobasket 86. Jamás olvidaré el URSS-Yugoslavia de semifinales. El incendiado Palacio de Goya echaba fuego con 12.000 personas jaleando un triunfo inobjetable de la admirable banda de mi añorado Drazen Petrovic. Ganaban por nueve y faltaba un minuto. Pero entre O Rei Sabonis y Valters forzaron la prórroga con tres triples mágicos. Yugoslavia quedó KO en la prórroga. Milagroso, memorable...

Por eso espero que las autoridades de este país se vuelquen con una candidatura justa que se merece el Premio Gordo. Letonia y Polonia no tienen caché para ganarle en la carrera y Lituania, la otra gran alternativa, depende exclusivamente de la gigantesca sombra de Sabonis. Madrid está trazando el camino adecuado para merecer ser la sede de los Juegos Olímpicos de 2012, y una escala en el Europeo de 2007 sería ideal para alimentar este sueño. El que se merece el baloncesto español. Sí.