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En la noche en la que Zidane y Pavón dejaron huérfano el famoso eslogan de Florentino con sus ausencias, dos futbolistas de perfil opuesto salieron al rescate del provisional líder. Desde hoy podemos dar por inaugurada una nueva línea estratégica del club: Mejías y Solaris. El primero demostró que el trabajo efectuado con la cantera en la C. Deportiva sigue dando sus frutos. El chaval evitó un caño de Riquelme en su primera acción, dejó sin balas las pistolas de Anderson y terminó dando una lección de aplomo ante José Mari. Este se comportó como un violador del fair play, pero Álvaro Mejía no entró en las provocaciones que debieron enviar al ex atlético a la caseta. Mejía es estético (en la línea del Nuevo Regimen), juega con aplomo la pelota desde atrás y en dos arrancadas raciales demostró que los que hablan de fichar un central desconocen por completo el fútbol.

La segunda lectura de la velada (Queiroz, acertaste de pleno al concentrar a los chicos) pasa por Solari. El argentino ha asumido por completo su rol de jugador número 12 y ha puesto la corriente del fútbol de su equipo a 220 voltios. Ayuda en la presión y tiene gol. El Indiecito se ha ganado el respeto entre tanto galáctico y canterano. Estos tres puntos dan una Liga. Por cierto, aún me falta la puntilla. Como dicen algunos, el Real Madrid está en crisis. Tiene bemoles...