NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Es que el fútbol consiste justamente en eso

El equipo más trabajado y más organizado del campeonato cayó por tres cero ante el que reúne a los mejores jugadores. ¿Qué tiene de raro? El fútbol consiste esencialmente en eso: a igualdad de entusiasmo, los once mejores ganan a los once peores. La táctica, el trabajo físico, la previsión de los factores que puedan aparecer durante el partido, son recursos convenientes para vencer a los iguales para acercarse a los que son superiores. Pero nada suple el verdadero talento, eso tan difícil de definir, pero tan fácil de entender, que tienen por ejemplo Ronaldo y Raúl.

Con ellos, con sus goles (esta vez no fueron necesarias ni las paradas de Casillas) el Madrid ha colocado a tres kilómetros de distancia al Valencia en la eliminatoria estrella de cuartos. Buen partido del Valencia, por cierto. Con sus mejores jugadores, con su mejor colocación, con su mejor Aimar, con sus mejores preparación, voluntad y energía puestos en el partido. Pero sin eso que los clásicos llamaban mordiente. Eso quien lo tuvo fue el Madrid, con Ronaldo y Raúl, los galácticos del área. Con ellos sobre el campo, el Madrid siempre está mucho más cerca del gol de lo que parece.

Adiós crisis. El Madrid dio por clausuradas sus vacaciones en el descanso del Ruiz de Lopera, se ha puesto las pilas otra vez y ha dado un golpe de autoridad. Claro que quedan discusiones pendientes: ¿Helguera aquí o allá? ¿Quién juega en lugar de Makelele? ¿Cómo recobrar la simetría con Zidane sobre el campo? Pero esas discusiones son aplazables. Pertenecen a esa otra visión del fútbol, la que teoriza sobre cómo enfrentarse a jugadores superiores. Cuando los jugadores superiores son los propios y se mueven con un mínimo entusiasmo, esos problemas son secundarios.