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Aunque en este mundo siga existiendo gente de poca fe (ley de vida), conviene resaltar que Jorge Valdano ha decidido arremangarse y no está dispuesto a que el concepto de ‘disciplina de grupo’ se rompa en mil pedazos. Por eso en la reunión mantenida ayer con el vestuario galáctico aclaró a los generales del ejército blanco que ha llegado el momento del compromiso, de la dieta autoimpuesta para evitar desmadres, de la puesta apunto de la maquinaria y de la sangre en el ojo para completar una cosecha que permita llegar con las alforjas llenas a los meses decisivos de abril y mayo. El director deportivo les habló con firmeza, les dejó claro que el club cree en ellos a pies juntillas y que el reposo postnavideño ya es historia.

Pero para mí la valdanina de ayer tiene una lectura más trascendente todavía. Jorge Alberto les recordó que en los días de descanso es recomendable no viajar fuera de España, dado que hasta los cuerpos Danone pagan los excesos. No iba sólo por el bueno de Ronie. Aquí viajan hasta los pavones si te descuidas. Pillar un aerotaxi en Torrejón a la hora de comer, merendar en Londres, cenar en París y desayunar junto a Las Rozas es posible. Una locura. Pero ocurre y el club no es ajeno a ello. Quizás el concepto de galácticos ha conducido a esta capacidad de omnipresencia que los convierte en pasajeros del espacio. Pues que vuelvan a la Tierra. Que viene el Bayern. Jorge, estoy contigo.