Todos le han engañado

Mike Tyson es un pobre chico de un ghetto que a los 12 años se paseaba con un pistolón en la mano. Tenía puños de hierro, cuerpo de hombre y mente de niño. Estaba más tiempo en las comisarías que en su casa, era carne de presidio. Le salvó un preparador loco: Cus D´Amato, un tipo que creía que le perseguían los gángsters y que odiaba a las mujeres. Cus le adoptó, le encerró en un caserón de Catskill y le hizo vivir para el boxeo. Cus no se preocupó de la educación de Tyson, ni de que aprendiera a caminar por la vida y a relacionarse, sólo le interesaba enseñarle a ganar por KO. Mike descubrió a las mujeres a la muerte de Cus D´Amato. Sus romances le han costado una fortuna. El chico de Brooklyn tenía dinamita en los puños pero no sabía defenderse fuera del cuadrilátero. Ahora dicen que ha dilapidado 300 millones de dólares. ¡Mentira! Ese dinero seguro que no ha pasado por sus manos, sino que se ha ido a bolsillos ajenos. Los abogados de Mike le reclaman a Don King más de cien millones de dólares. Tyson habrá dilapidado mucho dinero, seguro, porque no es capaz de controlarse, pero la mayor parte de lo que ha ganado a golpes se lo han llevado los agentes, las televisiones, los abogados, las mujeres y Don King. Mike es un pobre muchacho al que todos han engañado.