Yo a los Reyes siempre les pido más amigos

Yo a los Reyes Magos siempre les pido más amigos y siempre me atienden. Este año me han traído treinta mil amigos más, que es el número de nuevos fieles que ha conseguido este periódico a lo largo de 2003. Con los recién llegados, más lo que ya había, ya pasamos de los 200.000 ejemplares vendidos de media diaria. Y como el periódico se presta, se comparte y a veces se lo encuentra uno en la cafetería o en el bar, el número de lectores se acerca ya mucho a los novecientos mil, así que me figuro que dentro de muy poco seremos ya un millón. Si los Reyes quieren y yo me porto bien.

Hoy que despedimos las fiestas me parece un buen día para darles las gracias a todos ustedes. A los que ya estaban cuando vinimos aquí y a los que se han ido incorporando a lo largo de estos siete años, hasta duplicar largamente el número de entonces. Vivimos de ustedes y también vivimos para ustedes, de modo que aquí nos tienen para lo que gusten. Recibimos quejas. No se cohiban a la hora de enviarlas. Las agradecemos, nos sirven para mejorar, porque nos permiten percibir errores que la dinámica apresurada de nuestro trabajo diario nos impide detectar.

Por supuesto, sabemos que los atléticos se quejan de Roncero, los madridistas de Manuel Esteban y los barcelonistas de Tomás Guasch, pero gracias a ellos les llega a ustedes un retrato amplio de la realidad. Somos conscientes de que nos falta espacio para atender a algunos deportes como muchos quisieran, pero lo que nunca permitimos que falte es el rigor y el respeto. Sólo queremos disfrutar con el deporte, con su belleza y sus emociones, y con esta peña de amigos que formamos con ustedes, y que espero que los Reyes Magos agranden un poco más en el 2004.