El fantasma ruso
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Lejos de sembrar el pánico, el dueño del Chelsea, por ahora, ha logrado que el Madrid sea un poco más rico. Los fichajes de Geremi y Makelele pagaron al Manchester el traspaso de Beckham. Eso hace que para el próximo año Florentino piense en dos grandes estrellas y no una. La primera la pagará el millonario ruso y la segunda seguirá corriendo a cargo del excedente de las torres. Un chollo. Si realmente está dispuesto a soltar lo que dice por Juanfran, el suculento negocio continuará. Lo digo porque será difícil que puedan subir más de dos jugadores de la cantera por año al primer equipo. Si viene alguien que paga esas burradas, la fábrica seguirá produciendo y el Madrid no lo notará.
Lo que podría estar por llegar es el asalto para enredar a Ronaldo y Beckham. Eso también lo tiene en la cabeza Abramovich. Su ataque de esnobismo le lleva a fijarse en los mejores. Compra por placer, le sobra la pasta y se divierte. Dudo que sus intenciones pasen sólo por robar jugadores de la cantera o contratar trotones como Geremi y Makelele. Ha podido con los italianos, quitándoles a Crespo o Mutu, pero le salió rana la jugada con Salgado. Juega con el inconveniente de que el Chelsea no está considerado un grande. Ni en Inglaterra, ni en la UEFA, ni en la Champions... Pero todo se puede conseguir. Con tiempo y dinero. Igual está en ello. Por el momento sólo ruido de cadenas. Y del fantasma, ni rastro.
