El sueño de Don Santiago

Don Santiago Bernabéu se dirigió a sus directivos en una de sus deliciosas reuniones y les dijo: "Señores, necesitamos un campo mayor y vamos a hacerlo". El 14 de diciembre de 1947 se vio cumplida la aspiración (nada faraónica y muy visionaria) del hombre al que la FIFA debería conceder el Balón de Oro de los Presidentes, premio que a título póstumo y con legítimo carácter retroactivo se merece el personaje que sembró la semilla del gran Madrid, el que admiran también los no madridistas. El primer galáctico de los despachos nos abandonó hace 25 años, pero como legado nos dejó ese estadio que ya es un santuario y un lugar de peregrinación para miles de aficionados y turistas. El Bernabéu es el fútbol.

Esa mística que acompaña al recinto de La Castellana posee un poder de seducción palpable en los cracks que cada año fichan por el Madrid. Hablas con Zidane, Figo, Ronaldo o Beckham y todos miran al cielo, suspiran, sonríen y dicen en estado de éxtasis: "¡Ufff, el Bernabéu es maravilloso!". "Is wonderful", en el caso de Becks. Por ello, es interesante analizar los datos que acompañan esta página. Aunque el talento de los galácticos sea incuestionable, la magia que destila este estadio se aprecia en la cuenta de resultados. Ya sólo falta que inauguren dentro los restaurantes que permitirán comer un cocido o una lubina mientras ves por el cristal el Paraíso. Buen provecho.