Adiós, pabellón
El Torneo de Navidad, que el primer año se jugó en Reyes, fue el comienzo de un impulso fantástico a la internacionalización del baloncesto en España. Comenzaron a llegar atraídos por su prestigio, equipos y jugadores de ensueño, entrenadores míticos y el público madrileño adoptó el torneo como un acontecimiento anual como la Lotería Nacional en su aspecto deportivo.El primer torneo lo perdió el Real Madrid, lo que evidencia que yo no era en aquel momento el entrenador. Yo estaba de Director Deportivo en lo que hoy podría definirse como un reposo ronaldino; o sea, esperar tranquilamente a resolver los problemas cuando haga falta.
Hoy el Torneo no es tal Torneo porque un solo partido no puede llamarse así. Las circunstancias de todo tipo que obstaculizan su organización plantean la duda de la conveniencia de seguir organizándolo en estas condiciones. Estoy de acuerdo con Martín Tello en que así más vale liquidarlo aprovechando la desaparición del Pabellón.Pero si el Real Madrid construye otro recinto en la nueva Ciudad Deportiva, habría que replantearse la recuperación de un Torneo Internacional -grandes equipos universitarios, suramericanos, del Este, etc...- que recupere una de las más brillantes leyendas que el Club tiene en su historial. Adiós Pabellón. Te vi nacer y te veo morir. Adiós.