El milagro del Hall of Fame

Parece que en este país nos miramos incrédulos cuando realmente acontece algo con un rango superlativo. Gracias a la sensibilidad de este diario supieron ustedes hace una semana de la designación de Alcobendas (pueblo de la zona norte de la capital en imparable progresión) como sede permanente para el recién creado Hall of Fame de la FIBA. Para entendernos, la Fundación Ferrándiz pasará a acoger desde el año 2005 la mayor pinacoteca del basket mundial, incluyendo ese Salón de la Fama que permitirá premiar trayectorias tan admirables como la del gigantón que ilustra esta página: Arvydas Sabonis.

Pedro Ferrándiz es el pionero, macerador y artífice del histórico logro, aunque parezca más fácil poner un preservativo a la noticia para negar la auténtica evidencia: Alcobendas es actualmente la verdadera Meca del baloncesto europeo. El Hall of Fame de Springfield (Massachusetts) tendrá una réplica digna y referencial en Planet Ferrándiz. Valdano me reconoció que se quedó hechizado tras visitar esa Fundación que esconde tesoros y un bagaje documental que desconocen hasta muchos teóricos jerarcas del deporte de la canasta. Por eso, humildemente, pido un reconocimiento para ese FIBA Hall of Fame y para ese viejo lobo alicantino que ha convertido sus sueños en ejemplarizantes realidades.