Beckham es peleón

Ha madurado con la edad. Como todos. Pero, de cuando en cuando, le sale esa vena de jugador de suburbio, que se peleaba con el grandote del equipo rival, que hacía que se le hincharan las venas del cuello cuando le enseñaban los tacos, que acudía raudo ante la pelea. Eso no es exclusivo de los potreros argentinos. Beckham exhibe sangre caliente dentro del campo. Y también tira de código callejero para dejar en el vestuario lo que ocurre dentro de la cancha. Por eso no hizo una tragedia de su recuerdo por la expulsión del Mundial con Simeone ni lo hará hoy por la dura entrada de Duscher que le mandó al hospital hace año y medio. Sabe que eso ocurre y más si no rehuyes al contrario y si no te arrugas.

Me gusta es mezcla entre elegante y arrabalera. No por lo que implica de posible violencia pero sí por la forma de entender el fútbol. Si te dan una patada en el campo, a callar. Otras veces las das tú. Y si respondes en el momento y el árbitro te pilla, cabeza abajo y a la ducha sin rechistar. Son las normas que no están escritas en el reglamento pero que se cumplen. Lo mejor es no guardar rencor. Beckham no vive obsesionado y lo demostró contra el Atlético y lo demostrará hoy. Me da que si no le recordamos la jugada, ni siquiera hubiera caído en la cuenta de que hoy tendrá enfrente a Duscher. Y lo tiene porque Mauro Silva es baja por tarjetas. Circunstancias del juego. Nada más.