La hora de los ‘Europavones’

Vale, ya lo sé. Asistimos a un pestiño insufrible y no hay derecho a que 40.000 tíos se vuelvan a casa con los calcetines y los gallumbos empapados después de asistir a un simulacro de partido de Copa de Europa. Pero eso es ver la botella vacía por entero y con un espíritu mezquino. Analizo la alineación titular y los once veteranos y noveles que acabaron sobre el lago húmedo del Bernabéu y contemplo, orgulloso, que media docena de Pavones elevaron su voz en una Galaxia en la que los niños no desentonan en absoluto. Pavón y Raúl Bravo es una dupla de centrales que terminará siendo tan eficiente como la de Pirri y Benito. Borja gozó de una ‘segunda oportunidad’, como aquel mítico programa de Paco Costas sobre los accidentes de tráfico. El chaval sufrió un siniestro total ante el Alba, pero anoche dejó claro que es un stopper que merece un respeto.

Ante el vulgarcito Oporto de Art Deco (el brasileño es de lo poco decente que tienen los i-lusos), también gozaron de minutos y hueco en el listado de co-starring jóvenes ya matriculados como Portillo y Miñambres, dejando Queiroz para el final la guinda más fresca dando entrada a Jordi. Un niño prodigio que a sus 22 años ya está licenciado en Publicidad, que tuvo la lucidez mental necesaria para huír de La Masía del Barça y buscar en la incubadora de la Ciudad Deportiva el calor que alimente sus sueños adolescentes. No se arrepentirá.

El puntito sabe a poco, pero es válido. El Madrid acaba la liguilla invicto y entra en octavos de final sin bajas. Queiroz nos privó de Beckham, que es como visitar París y ver que se han llevado la Torre Eiffel. Pero era necesario. Carlos, OK.