Decidirán los tres tenores

Tengo la sana costumbre de ver fútbol en el impagable sofá de casa cuando dispongo de dos horas libres. Y nada mejor que poner Realmadrid TV para ver el último clásico, el del cochinillo volador, en la víspera del gran duelo. Comprobé que para los anfitriones la vida sigue igual (quitas a Mendieta y Riquelme y hoy pones a Quaresma y Luis García y es más de lo mismo), pero en el caso de los ilustres visitantes del Camp Nou todo son gozos y las sombras del pasado se han disipado totalmente. En el Barça-Madrid del JB, el ejército blanco acudió sin dos de sus generales (Zidane y Ronaldo) y, por supuesto, tampoco estaba ese inglés que tiene en estado de shock emocional a todos los madridistas.

Quiero decir que donde hoy pasearán su talentoso palmito Zizou, Ronie y Becks (los Tres Tenores) el año pasado ocupaban sus tronos Cambiasso, Solari y Guti. Como cantaría el perilloso Alejandro Sanz, No es lo mismo. Si ahí añadimos la ausencia del único galáctico azulgrana es fácil colegir que jamás habíamos asistido a priori a un clásico con un perfil tan desigual. Esta noche el Madrid tiene a Ronaldo, que es como meterse a director de cine y poder elegir a Robert de Niro para tu primera película. Éxito seguro. Además, he tenido un sueño como Martin Luther King. R9 abrirá la lata, Raúl meterá un gol de vaselina y el rey David firmará el 0-3 en el último minuto con un golpe franco. Espero que Luis Enrique no me despierte nunca...