Floro jugó con negras y utilizó ‘la defensa amarilla’ hasta que la expulsión de Mauro, una torre de Jabo, cambió la partida. Luego sus conocimientos de ajedrez y la madera hicieron el resto.

De salida, Floro le escondió a Valerón el punto G del Villarreal con Josico, Martí y Coloccini y Jabo insufló oxígeno en los pulmones al Deportivo con una de rotaciones. En defensa los locales jugaban al pañuelo con José Mari y Belletti y en ataque ensanchaban Riazor con paciencia maturanesca (tiqui-taca-tiqui-taca). El Villarreal alineaba once, pero defendía con quince. La película sonaba en Riazor: ‘Tanto va el cántaro que al final se rompe". En la primera oportunidad en la que el Depor cogió al Villarreal distraído Luque se disfrazó de extremo, Munitis de delantero y el balón acabó en el larguero. Valerón acumulaba kilómetros jugando al escondite con el trivote rival y el partido daba tantas agujetas a los espectadores como la etapa del Alpe D’Huez. Téllez, que le ha pitado las derrotas de este año al Depor (Mallorca y Villarreal) descongestionó el atasco expulsando a Mauro por dos faltas más inoportunas que amonestables.

Alfil por Rey. Irureta buscó una respuesta a la inferioridad. Y tras disfrazar a Sergio de Mauro, retrasar la fábrica de ideas de Valerón y soltar a Luque por las drenadas praderas coruñesas, echó mano de Duscher, centrojás de largo recorrido que liberó al de Arguineguin de las labores oscuras. Los papeles cambiaron más por obligación que por devoción. Pero sin Román, Guayre y Víctor, con Roger exiliado en banda y Anderson en el banco, el balón estorbaba a los amarillos. Le tocaba mover pieza a Floro, que sacrificó un alfil (Belletti) para sacar a su rey (Anderson), cuando todo indicaba que sería un peón el revelado. La partida olía a tablas, pero el orgullo impedía que alguno las ofreciera. Un tiro de Luque al palo prologó el gol del Roger. El Villarreal encontró premio finalmente a su larga espera para que madurase el fruto deportivista. Un trabajo bien remunerado que hace que el Submarino se asoma a los puestos de UEFA y el Valencia sea líder.

Irureta: "Téllez lo ha condicionado"

"El partido no tenía grandes ocasiones, pero la expulsión de Mauro nos condicionó. El Villarreal jugó ordenado, pero nos faltó el acierto. Tuvimos dos tiros al palo. Fue un partido para empate, aunque tuvimos ocasiones. Puede ser casualidad, pero los dos partidos que perdimos en casa era con este árbitro. No sé si pone nervioso a mis jugadores. Fue riguroso. Téllez condicionó bastante el partido con la expulsión. Me da la impresión de que la segunda no es amarilla".

Floro: "Vinimos aquí a por el triunfo"

"Veníamos aquí a por el triunfo y creo que durante la primera mitad ya se vio. En la segunda parte salimos con la misma idea, pero con más serenidad y paciencia. Para poder doblegar a un rival de calidad que se queda con uno menos y se echa atrás y su contraataque va a ser mortal, hay que tener paciencia y hacerle correr. Eso puede implicar chutar poco a puerta. Pero nuestros problemas eran que en la banda poníamos regular la pelota y los tiros tampoco eran buenos".