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Primera | Osasuna-Real Madrid

Alarma galáctica en Pamplona

Zidane, Figo y R. Carlos se quedaron en Madrid. Queiroz medita dar otra oportunidad a Rubén. Osasuna se aferra a Valdo y a la presión de El Sadar

<b>LOS NAVARROS ADORAN A BECKS</B>. David Beckham fue el jugador más aclamado por el millar de aficionados navarros que coparon el aeropuerto pamplonica y el Hotel Iruña Park para jalear a los hombres de Carlos Queiroz.
Mikel Saiz

Algún vacilón de cuyo nombre no quiero acordarme bromeaba de esta guisa cuando se cumplió media hora del partido de Marsella y los corsarios franceses habían rebañado ya los tobillos y las rodillas de Beckham, Figo y Zidane (ten paisanos para esto). "Al Madrid no le vendrán mal tantos palos porque le servirán de ensayo para Pamplona...".

La batalla del Velodrome ha dejado galácticos daños colaterales. Zidane, Figo y Roberto Carlos han sido reservados para el Tourmalet, el Alpe d’Huez y el Galibier (Atlético, Barça y Deportivo), el montañoso tramo liguero en el que ha entrado el líder.

El colmo es que en el entrenamiento previo al viaje a la tierra adoptiva de Hemingway, Guti y Salgado se liasen a tortas. Sólo hubiese faltado que alguno de ellos hubiera acabado en la enfermería engrosando el alarmante parte médico... Guti debería mirárselo. En Sevilla casi se curra con Casillas y ayer hizo guantes con Míchel.

El Sadar, un estadio que exhibe una llamativa fiereza ambiental cuando el Madrid asoma por allí su blanca camiseta, amenaza a un rival que en Pamplona se arruga últimamente como una colilla. Pero seamos justos. El fútbol es una batalla de talento y de despliegue físico. Un partido no se gana sólo pateando la moral del adversario. Si los navarros han tumbado al Madrid en las dos últimas temporadas es porque jugaron como si acabasen de zamparse un bocadillo de guindillas. Feroces y letales. Hace dos años el verdugo fue Alfredo (madrileño de Leganés). La última Caída del Imperio fue a manos de un carrilero negro como el azabache, Manfredini, que ejecutó a Iker Casillas con un remate astifino. Pero el Madrid tiene a Sir Beckham, que luce orgulloso su Cruz de Caballero Británico mientras que en los campos se pelea contra los infieles con un ardor propio de Ivanhoe.

Valdo. Seguro que muchos seguidores pamplonicas firmarían para la crónica de esta noche un titular con las siglas VDV: Venganza de Valdo. El caboverdiano ya dejó atrás la edad del pavón. Ojo con él. Curiosamente, Queiroz ha tenido que tirar de otro de sus jugadores-probeta: Paredes. Un lateral zurdo que me gustó lo suyo en el indigesto amistoso de la chirimoya (el de Valladolid).

Osasuna intentará no enredarse en el laberinto táctico que ha diseñado Carlos Queiroz, que parece dispuesto a indultar a Rubén dándole otra oportunidad tras el siniestro total del Sánchez Pizjuán. Lo peligroso es que para reivindicarse tenga que pelearse con Ibrahima Bakayoko, un negrazo imperial que creció entre diamantes... ¡y 16 hermanos!