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No deja de resultar curioso el asombroso parecido físico existente entre Thierry Henry (la opción B de la baraja galáctica de Florentino para el próximo curso) y Vladimiro Lopes Rocha ‘Valdo’, esa perla de Cabo Verde (país que imagino ubicado en pleno corazón de África) que en Pamplona está dignificando la cantera blanca. Valdano cree en Valdo, Valdo en Valdano y Queiroz en los consejos del director deportivo. Jorge (al que deseo una rápida recuperación de esa intoxicación masiva provocada por una crema de nécoras traicionera y antimadridista), ha conseguido que Florentino asuma que no sólo de galácticos vive el hombre blanco. Valdo es un Pavón de la generación del 81, la misma que lidera el consagrado Iker Casillas. El carrilero de ébano nació 27 días antes que el dream portero...

Lo bueno de Valdo es que puede conseguir que el modelo institucional encuentre un resquicio evolutivo muy interesante. Zidanes, Pavones de ida y Pavones de vuelta. El Expreso de Villablino (pueblo leonés en el que nació) ha demostrado en su terapéutico destierro que posee las condiciones necesarias para pasar la ITV del Bernabéu. Puede jugar de Figo, de Salgado y hasta de Raúl. Tiene 22 años y por su cuerpo tostado corre sangre blanca. Claro que Floren quiere seguir fichando con tino, pero recuperar a Valdo permitirá reforzar el equilibrio ecológico de su apuesta.