Jugadores pecadores...

Se llama Andrés, es un madridista de toda la vida (mantiene un sincera amistad con Sanchís) y es un administrativo cuya salud económica está a mil kilómetros del fútbol. Pero le apasiona el Madrid y lo que dice, al menos para mí, es palabra de Dios: "Tomás, lleváis dos días recordando los graves errores del pobre Queiroz, criterio que comparto. Pero, ¿qué pasa con los jugadores?". Me quedé pensativo tres segundos antes de responder (algo utópico por mi forma impetuosa de ser) y le respondí entregando la lanza, la armadura y el casco protector.

En Sevilla hubo un entrenador que la pifió hasta la empuñadura. Cierto. Pero a partir de ahí habrá que exigir responsabilidades a un once titular en el que estaban Ronaldo (Balón de Oro 1997 y 2002), Zidane (Balón de Oro 1998), Figo (Balón de Oro 2000), R. Carlos (Balón de Plata 2002), Raúl (Balón de Plata 2001) y Beckham (Balón de Plata 1999). En Sevilla jugó, de mitad para adelante, un equipo de ensueño con cinco de los seis mejores peloteros de la Tierra. El sexto es Guti. No haré sangre contigo, pero te recordaré algo. Ser segundo capitán del Madrid te obliga a ser un ejemplo de comportamiento (¿has visto a Raúl decirle nada en público a un compañero?) y a dignificar tu prestigio. Eres un tipo con talento. De acuerdo. Pues hazte famoso por eso y no por tus patadas a traición. Guti, Guti, Guti...