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Primera | Atlético

Falleció Juncosa, leyenda rojiblanca

José Juncosa Bellmunt falleció ayer a los 81 años de edad en Reus. Jugó diez años en las filas del Atlético y formó parte de la delantera de seda y la de cristal. Mañana, a las 9:15 horas, será enterrado en el cementerio de dicha localidad tarraconense.

bernardo salazar
<B>DELANTERA DE CRISTAL</B>. Juncosa encabezó esta delantera con Ben Barek, Pérez Payá, Carlsson y Escudero.

A yer me enteré del fallecimiento de Pep Juncosa. ¿Quién era Juncosa? se preguntarán los jóvenes aficionados. Pues uno de los jugadores más listos que ha dado nuestro fútbol a lo largo de su historia. Aunque nacido en Borjas Blancas, desde muy joven destacó en las filas del Reus. De allí pasó al Español con la misión de sustituir a un centrodelantero de la talla de Martínez Catalá.

Su pequeña figura, dotada de un regate diabólico y un olfato de gol fuera de lo normal, hizo que el Atlético-Aviación lo hiciera objeto de sus deseos. Una cantidad muy importante para aquellos tiempos y el pase a las filas españolistas de Rosendo Hernández le hizo recalar en Madrid. Primero en Vallecas y, luego, en el Metropolitano hizo las delicias de los seguidores colchoneros, aunque abandonó el puesto de ariete por el de extremo derecha.

Formó parte de dos delanteras históricas. La llamada de seda por su juego exquisito, con Vidal, Silva, Campos y Escudero y la de cristal que conquistó dos títulos de liga con Ben Barek, Pérez Payá, Carlsson y Escudero bajo la batuta de Helenio Herrera. Fue mundialista en Brasil’50 pero antes, el 30 de mayo de 1948, había debutado con la Selección española frente a Irlanda en Barcelona.

Sus once temporadas (1944-55) en el conjunto rojiblanco le hicieron acreedor a un merecido homenaje frente al Rott Weiss de Essen donde se alineó el famoso Rahn, autor de dos de los goles que coronaron a Alemania en el Mundial de Suiza 54.

Juncosa fue uno de los grandes ídolos futbolísticos de mi niñez. Le pegaban patadas y siempre reaccionaba con espíritu de ganador, incluso marcaba el llamado gol del cojo. Lo reunía todo para ser tan espectacular como práctico. Velocidad, regate, desborde, gol, inteligencia... y sobre todo carácter de hombre de bien. Una figura inolvidable. Descanse en paz.