Raulísimo 2020

Serrano 41

Hay cumpleaños y cumpleaños. El de Ronaldo llenó 1.500 programas del corazón, logró que Florentino se irritase con su oso de peluche favorito (Valdano tiró cariñosamente de las orejas a Ronie para que la próxima vez sea más discreto) y la mala suerte quiso que cinco días después el granítico Valencia de Súper Rafa Benítez pasase por encima de la Galaxia como si fuesen Han Solo y R2-D2 destruyendo La Estrella de la Muerte. El martes celebraba Míchel Salgado su 28 aniversario con la vida y reunió en la discoteca Serrano 41 al Todo Madrid. Desde Beckham, con su vaqueros rotos y sin Victoria, la escola da samba blanca (Ronie & Roberto Carlos), Raúl y Zidane para dar sensación de seriedad en una fiesta que no dejó daños colaterales. Curioso, los dos galácticos más centrados del Galaxy Team fueron anoche, junto a Gladiator Figo, los salvadores. ¡Viva el matrimonio sin malos rollos!

Bodipo, ni fu ni fa

Uno se asustó al comprobar el magnífico reportaje de AS con ese Bodipo que parecía que iba a asaltar el Bernabéu con su espada galáctica y esa capa black, como la piel del guineano, que barruntaban una noche de Halloween y pasada bajo la lluvia (se la trajo el Racing de su tierra cántabra) para un Casillas azul celeste, alterado por el zarpazo inicial del israelí Benayoun. Golazo y susto. Encima, el 23 del Madrid no estaba para deleitarnos (fue menos vistosa la versión without Beckham) y el 23 del Racing, Juanma, parecía con su coleta y sus inacabables espaldas el gorila de la discoteca Gabbana. Bodipo amagaba, pero no pegaba. Fue la Amenaza Fantasma.

ZZ Top

Si hiciésemos una encuesta a nivel mundial con el único requisito de no haber bebido una gota de alcohol, seguro que Zidane se llevaría el 90% de los votos a "mejor jugador del mundo". El mago marsellés dio un máster acelerado de genialidades mientras que Ricardo (porterazo ex atlético que antes de la final de París casi deja al Madrid sin Champions) volaba de palo a palo para agobio de Aznar (el presidente del Gobierno ha salido del armario futbolístico y ya no quiere perderse ni una en el Bernabéu), de Marquitos, Miera y Aguilar, los tres ex madridistas y ex racinguistas que Manolo Redondo invitó (con buen criterio) para agasajar a aquellos que han defendido los dos escudos. Pero el que no se encoge con el agua es el talento desatado y exquisito de ese argelino-francés que hace del fútbol un homenaje al buen gusto y al arte en movimiento. Estábamos con 0-1 meditando sobre los peligrosos reposos ronaldianos (genial expresión del maestro Pedro Ferrándiz), cuando Ronie liftó la pelota como si saliese del búnker de arena de un campo de golf para habilitar a Zizou, que dibujó una volea fascinante. De las suyas. Fue como embocar con el putt desde 20 metros. Sublime.

¿y Guti?

Algo se cuece en el Madrid cuando Guti chupa banquillo incluso en los días que falta el Rey David. Queiroz desafió la política estratégica del club y dio bola a uno de los que seguro que no seguirá el año que viene. Pero el portugués tiene sus razones para dar el cambiasso. No soy un entusiasta del argentino, pero Guti lleva muchos años insinuando su enorme calidad sin que se refleje en la cuenta de resultados. No es titular ahora, ni lo era con Del Bosque, ni es habitual con España. Toca psicoanalizar su caso. Para colmo, el Bernabéu detectó un gesto desafiante y la castigó con una pitada taurina. Primer aviso.

Raúl 2020

Raúl quisiera seguir de blanco hasta 2020. Y yo, y mi padre... Y Florentino. Raúl es el oxígeno puro que respira el madridismo de toda la vida. Sin él, la hierba ya no crecería más en el Bernabéu. Raúl apuntilló al Racing con dos picaduras. Por cierto, horas antes otro ariete, Alberto Bueno (15 añitos), le metió tres golitos al At. Madrileño Cadete (5-1). Hay relevo. Hay futuro. Hay cantera. Hay Imperio por los siglos de los siglos. Amén.