Sobre el baloncesto y la televisión

Se van apagando los ecos del brillante éxito de nuestro baloncesto en el Eurobasket de Suecia. Algo más lejos quedan los títulos europeos del Barça en la Euroliga y del Pamesa en la ULEB. Es un cuasipleno que habla de la gran salud de nuestro baloncesto. La traca fueron esos cuatro millones y medio de espectadores de la final entre España y Lituania. Y sin embargo, el baloncesto está en problemas para encontrar sitio en las televisiones. Digital + ha renunciado a la Euroliga. La ACB baila entre una renovación baja con Canal + o un contrato casi humillante con TVE.

Es todo un problema para el baloncesto, que los últimos años optó por más dinero (Canal + y Vía Digital, a través de un suculento contrato con Telefónica) a cambio de ir en cerrado. Así que seguir el baloncesto se convirtió en una militancia. Para seguir la liga ACB, hacía falta ser abonado a Canal +. Para seguir la Euroliga, había que cotizar en Vía Digital. Y ahora que se unen las dos plataformas en una, ocurre que la Euroliga no interesa porque no está el Real Madrid (el viejo contrato estaba condicionado a la participación de Madrid y Barça) y que por la ACB se ofrece muy poco.

Lo malo para el baloncesto es que este rebrote le pilla en plena crisis de las televisiones. El plan de Digital+ es mantener la exclusiva, pero bajando de los quince millones que pagaba Canal + a seis o menos. La ACB preferiría ir en abierto en TVE, pero en esa casa la SEPI aprieta tanto que está en solfa hasta el partido de fútbol de los sábados para las zonas sin autonómica. Así que el baloncesto se encuentra ante la paradoja de que en plena apoteosis de éxitos europeos, las televisiones le dan la espalda. El hundimiento del Madrid, todo sea dicho, desanima de forma especial a los operadores.