"El destino parece unirme a De la Hoya"

Le hacía por estas fechas peleando en Las Vegas contra Vargas.

—Ya sabe cómo es esto. Los yanquis, que hacen y deshacen.

¿Eso quiere decir que la pelea con De la Hoya va también con retraso?

—Si gano a Vargas, ya sí que sí, aunque todo es posible en América... Espero que la pelea con Vargas sea a primeros de año, en enero o febrero. Luego vendrá De la Hoya, supongo.

¿Cuándo sabrá algo más concreto?

—El mes que viene. Ricardo (Sánchez Atocha) tiene que ir a Moscú a la convención del Consejo. Allí estará la gente de Vargas. Se negociará y espero que Ricardo traiga buenas noticias.

Habla de negociar. ¡Qué complicado parece haberse vuelto el boxeo!

—Es preferible que el boxeo se complique, pero gane en seriedad.

¿Aunque eso se traduzca en aplazamiento y cambios de planes?

—A veces se pasan un poco. Pero como De la Hoya es el niño bonito, hace y deshace.

¿No será que le ha cogido miedo al enterarse de que a su último rival lo tumbó en un minuto y 38 segundos?

—Yo creo que le da más miedo que venciera al ruso (Roman Karmazin). Ese boxeador tenía más peligro que una caja de bombas.

¿Cómo se encuentra ahora?

—Como siempre, con muchas ganas e ilusión. La verdad es que me siento pletórico, como si tuviera 20 años.

Con ese talante, ¿no pensará en retirarse?

—De momento no. Uno empieza en esto casi sin enterarse y para cuando te quieres dar cuenta el boxeo se ha convertido en un arte que asimilas y llegas a comprender y a amar.

¿Entonces?

—Aún no veo el momento de retirarme. Si sale lo de Estados Unidos y luego gano a De la Hoya... ¡Uf! Si sigo así, puedo estar boxeando hasta los 40 años. Estoy hecho una máquina.

¿Cuál es el secreto?

—La constancia y el trabajo. Ricardo me dice que soy un privilegiado. Porque tener mi forma llevando desde los 17 años en activo, eso no es muy normal.

¿Y qué le dice Marta, su mujer?

—Que estoy loco. No, es broma. Es la que más me apoya. Ella me conoció de boxeador y ya me dice que cuando lo deje tendré que hacerlo poco a poco. Ahora si estoy un mes sin entrenar, me subo por las paredes.

Y hoy vuelve a La Cubierta un día antes de que Óscar de la Hoya pelee en Las Vegas ante Mosley. ¿Preferiría estar ahí?

—Para mí La Cubierta es algo especial, la cuna que me vio nacer como campeón del mundo. Es un lugar mágico. Yo peleo el viernes, De la Hoya un día después... Parece que el destino quiere que nos juntemos otra vez.

¿Por lo menos esta vez le durará su rival algo más que un minuto y medio?

—A mí también me supo a poco, pero son cosas que pasan. Llevo más de 60 peleas disputadas y era la primera vez que me ocurría. ¡No sólo le iban a pasar estas cosas a Tyson!

De su rival, el colombiano Ignacio Solar, ¿sabe algo?

—Que en Colombia hay buen café, ¿no? Pues que me traiga uno.