Sainz tiene al enemigo en casa

Sigue vivo en la lucha por el título mundial de rallys, pero ahora Carlos Sainz tiene al enemigo en casa. El madrileño acabó quinto en Australia, y el líder Richard Burns sólo aumentó en dos puntos su ventaja, que ahora es de siete. Pero, ante un ciclo de tres pruebas sobre asfalto ahora es su compañero Sebastien Loeb, al menos sobre el papel, el máximo favorito.

El galo no pudo culminar su excelente actuación en las antípodas. A dos tramos del final apareció la lluvia, que favorecía a los neumáticos Pirelli de Petter Solberg, y fue el noruego el que se llevaba la victoria e igualaba con Sainz en el campeonato. Pero esos neumáticos serán su cruz en asfalto.

Sainz adelantó a Tommi Makinen y ganó la otra posición al ser excluido el Ford Focus de Markko Martin por intentar engañar a los comisarios. La lucha del madrileño con Colin McRae duró hasta el último kilómetro, pero el escocés se mantuvo delante por seis segundos y en Citroën incomprensiblemente no le hicieron parar.

Ahora habrá que ver si en el equipo francés no se vuelcan más con su compatriota Loeb. Tampoco necesita mucha ayuda, ya que en asfalto puede ser imbatible, y de hecho los dos rallys disputados sobre esa superficie (Montecarlo y Alemania) los ganó él. Veremos si sigue la racha en Sanremo, Córcega y Catalunya.

Carlos Sainz: "Este final no me hace feliz"

"Como es lógico de suponer, éste resultado no me hace feliz. Pero estoy contento con el equipo, que ha igualado a Peugeot en la clasificación de constructores, y para nosotros no es del todo malo, ya que seguimos segundos en el Campeonato del Mundo. Hemos sumado unos puntos, y todavía tenemos opciones de lograr el triunfo, sobre todo ahora que llegan tres rallys de asfalto en los que debemos ser muy competitivos por las características del coche".