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"Cuatro Quiñones son pocos..."

Viaja el Madrid a Villarreal huérfano de Ronaldo y de Roberto Carlos. Y de Cambiasso, que de transferible ha pasado a imprescindible por la inesperada deserción de Makelele. Huérfano también de una pléyade de reemplazantes de medio pelo a los que Valdano por fin encontró destino en pos del ansiado permiso de Florentino para fichar un central de tronío. Pero Ayala era objetivo equivocado. Era evidente que el Valencia tenía que ponérselo muy caro. Como era evidente que Florentino no iba a entusiasmarse con la intrusión de semejante patibulario entre sus galácticos.

Así que el Madrid asalta Villarreal con un equipo en el que por fin toman papel hegemónico los pavones, según el viejo sueño de Florentino. No sé si esto es muy del agrado de Queiroz, que no llevó a China ni a Borja ni a Núñez, y que a Rubén no le quiere ver ni en pintura. Pero a la fuerza ahorcan, y las cosas se han dado de tal manera que la lista para Villarreal se le ha llenado de pavones, lo mismo que la lista de la Champions. El Madrid ha limpiado el banquillo de sueldos caros, ha ahorrado 42 millones de euros en costo de plantilla, pero se enfrenta a una realidad nueva.

En Villarreal sacará un equipo con seis canteranos, y eso que no está Guti, que se pierde este lance por lesión. Descontados Casillas y Raúl, más galácticos que pavones, quedarán cuatro: Pavón, Raúl Bravo, Borja o Rubén (decide Queiroz) y Portillo. Y ya veo a Benito Floro recitando a Muñoz Seca en La Venganza de Don Mendo: "Para tomar torreones, cuatro pavones son pocos, hacen falta más pavones..." Lo veremos. La segunda parte del proyecto Florentino empieza hoy su examen. Lo de los zidanes ha salido muy bien. Lo de los pavones está por ver. Empezará a ser juzgado desde ahora.